miércoles, 18 de febrero de 2009

EL MIEDO

Cada día me encuentro con el miedo, el ajeno, el que sabes que es como el tuyo, pero al que puedo mirar con la tranquilidad suficiente. Llegan, se sientan, y lo ves en sus ojos, en sus preguntas... Es un miedo enfocado, es tan solo miedo al dolor, así que me es fácil con paciencia y cariño quitárselo de la cabeza.
Es de ese tipo de miedo que desaparece en cuanto se dan cuentan que no les duele, así que se levantan contentos, con las risas que antes les costaba darte.
Pero a mi me gusta mirarlo, y me doy cuenta que el miedo comienza en la cabeza, pensamos cosas que nos provocan ese sentimiento que definimos así, nos podemos provocar tanto tanto miedo, que suele ocurrir que si llega lo que tememos no era para tanto.
Yo últimamente lo tengo revoloteando por el tejado, se que es infundado, lo se todo, pero a veces llega. Antes me peleaba con el hasta que me di cuenta que cuanto más me volvía contra el mas fuerte me agarraba. Un día, me senté delante de el, y le dije: "mira, parece que te encanta colarte en el calorcito de mi pecho, adoras enredarte en mis pensamientos, y da la sensación de que cada día estás más agusto en mi, pero yo no soy para ti. Si quieres visitame, si quieres hospedate los días que necesites, pero cuando veas que paras mis pasos, cuando veas que no me haces valiente, busca otro sitio, pero desaparece, porque no te atenderé, porque no te hablaré, ni te escucharé y te sentirás muy solo".
Desde ese día, no volvió a quedarse, solo a veces, como en estos días, me visita, le gusta hacerme ver que sigue existiendo, y yo lo dejo que acampe cerca de mí, porque eso sí, nunca más se acomó.
El miedo, aunque parezca que no, puede hacernos en momentos muy concretos un beneficio, sin miedo no podríamos ser nunca valientes, sin el miedo viviríamos sin sentir las maravillas de los opuestos, que de eso se trata esta vida, de sentirlo todo, pero no aferrarnos a nada, sentirlo y dejarlo ir... ese es el secreto... fácil pero a la vez tan difícil...

miércoles, 11 de febrero de 2009

lunes, 9 de febrero de 2009

LA REBELIÓN DE LOS HOMBRES AUSENTES

... " El mundo empieza a perder gradualmente su transparencia, se oscurece, se hace cada vez mas incomprensible, se precipita hacia lo desconocido, mientras el hombre, traicionado por el mundo, huye hacia su interior, hacia su nostalgia, hacia sus sueños, hacia su rebelión y se deja ensordecer por la voz de su dolorido interior hasta el punto de dejar de oír las voces que le interpelan desde fuera..."
MILAN KUNDERA "La inmortalidad"

Y yo me pregunto porque no hacemos todos eso, dejar al mundo solo, hacer que se rinda ante nuestra indiferencia, ante nuestro regreso a nosotros mismos, hacia ese adentro donde no nos puede alcanzar, del que desconoce totalmente de que está hecho, de que se compone y por lo tanto no puede controlar, ni menos dirigir.
Sería la revolución de la ausencia, el hombre se ausentaría del mundo, de sus estrategias, de su riqueza, de su poder, de su dominio, y sin nosotros, los hombres ausentes, no podría seguir viviendo, no podría seguir alimentándose de nosotros, dándonos sueños vacíos, haciendo que cada día nos quede mas y mas en el olvido lo que queremos realmente.
Un día, saldríamos de nosotros mismos, regresaríamos de nuevo, y el mundo como hoy lo conocemos no estaría, se habría extinguido...
Cada día somos más los que no escuchamos, los que nos armamos con una sonrisa, y ofrecemos la mejor versión de nosotros mismos...
Cada día somos mas los que creemos que la vida es algo mas maravilloso que lo que tenemos en las narices, y nos aliamos con esas fuerzas mágicas en pos de la vida que realmente soñamos vivir...
Cada día somos mas los que creemos que la fuerza mas poderosa del universo es el amor... el único que lo muevo todo sin esfuerzo...

viernes, 6 de febrero de 2009

LOS VIAJES QUE DUERMO

Me encanta dormir, es algo que para muchos es una perdida de tiempo, porque se te escapan las horas de ojos abiertos en donde se hace la vida, y estoy de acuerdo, pero cuando cierro los ojos y dejo el cuerpo bien arropado por mi trocíto y salto a ese mundo paralelo de ojos cerrados, donde sin dejar de ser tu, sin necesidad de billete, de espacio, o tiempo los límites desaparecen, no puedo dejar de vivirlo con la misma intensidad que mi día a día a pie.
He planeado al ras de un mar plateado y en calma, para terminar jugando con un bebe de ballena blanca en su orilla. He volado por encima de tierras de cultivo con labradores sembrándolas, cubriéndose de la fuerza cálida del sol con grandes sombreros de paja...
Otras anduve por el desván de los recuerdos olvidados, y otras por el pasado organizado fantásticamente.
He ido al futuro, y luego me lo encontré en la vida de ojos abiertos, he conocido a personas antes de verlas, y he ido a otros lugares que no se si existen, o existiran.
Me he encontrado con personas que ya no están, a las que he podido nuevamente sentir, y he convivido con otras que ni conozco pero que en ese lugar onírico eran parte de mi y de mi vida...
Me han llamado siempre la atención los sueños, su realidad mientras estamos en ellos, una realidad igual a la de este momento, y tan solo con una diferencia, que de esta no despertamos y tenemos la sensación de paso de tiempo y de no despertar, y las otras que en algún momento volvemos. Es por eso por lo que le damos menos valor, pero en verdad, cuando andamos por los sueños, sentimos y lo vivimos igual que los momentos despiertos.
No tengo muy clara la diferencia, de echo hace tiempo que no la busco, son dos formas de vivir, y están ahí las dos. Vivimos unas horas despiertos y otras dormidos, una es una realidad mas densa, pesada, con mas limitaciones y a la que damos más valor, y otra mas ilimitada, donde cualquier cosa es posible, incluso volar pero que por ser corta, fugaz y difícil de mantener, atendemos menos.
Así cada mañana, necesito unos siete toques de despertador para volver y coger fuerza para mover mi cuerpo, unos cuantos besos y abrazos de mi trocito que con impaciencia espera que aterrice, y un cafelito para hacer que mis pasos cojan temple.
Lo quiero todo, las mañanas que me ha enseñado a disfrutar mi niña, y los viajes que duermo cada día, donde sin limite puedo expandir todo lo que soy y puja por vivir...lenta o fugazmente pero viviiir...