domingo, 11 de abril de 2010

DONDE EL CORAZON TE LLEVE...

...No es cierto: no haré nada. Si estás en alguna parte, si tengo la posibilidad de verte, solo me sentiré triste tal como me siento cada vez que veo una vida desperdiciada, una vida en la que no ha logrado realizarse el camino del amor. Cuídate...
Cada vez que, al crecer tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo, la primera y la más importante.
Luchar por una idea sin tener una idea de uno mismo es una de la cosa más peligrosa que se pueden hacer.
Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer.
Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces, es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia.
Raíces y copa han de tener la misma medida.
Has de estar en las cosas y sobre ellas: solo así podrás ofrecer sombra y reparo, solo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.
Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda.
Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda y aguarda más aún.
Quédate quieta, en silencio, y escucha tu corazón.
Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve...

Susanna Tamaro

2 comentarios:

Clarita dijo...

Que bonito, buff!!!me ha encantado, bueno, en verdad tengo la piel de gallina!
Gracias guapa por compartirlo y hacernoslo llegar!!
Lo que más me gusta de este mundo, es que descubres maravillosos escritos que sin cada uno de vosotros, no llegaría jamás a conocer...
Eres maravillosa, un besote enorme cielo

Laureta dijo...

La verdad es que muchas veces en nuestro camino de la vida avanzamos precipitadamente y en muchas ocasiones ni tan siquiera nos paramos a pensar qué hemos perdido con tal elección. Somos poco pacientes...

Muchas veces pienso que tengo muchas raices, o tal vez demasiada copa, pero creo que aún no he conseguido el equilibrio, pero ¿se logra, verdad?

Un beso, gracias por venir a mi primavera...